La innovación es un invento que resuelve un problema. Claro, tiene su maña. Llevo 21 años en Xerox y PARC, y he llegado a entender que hay tres motivos principales por los cuales fallan las innovaciones:
- La innovación en sí no está lista o no funciona.
- Se ha malentendido el mercado.
- No se cuenta con el modelo de negocios indicado.
Las empresas parecen enfocarse primordialmente en el primero de estos tres factores. Sin embargo, he visto que son las razones 2 y 3 las que generalmente entorpecen la capacidad de una empresa de sacar a la luz una innovación de verdadera utilidad para sus clientes.
El pasado 4 de diciembre me reuní con Michael Krigsman para participar en su serie de pláticas CXOTalk y tuve la oportunidad de compartir mis perspectivas en torno a la innovación y la tecnología. Hablamos acerca de cómo los equipos de trabajo de humanos y computadoras son el vehículo definitivo del éxito. También abordamos cómo el llamado ‘Internet de las cosas’ sigue influyendo en la industria de la tecnología. A continuación, un extracto de ese programa:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=VvTloCzl4DY[/youtube]
Entonces, ¿cómo pueden salir adelante las compañías? Mis consejos van en dos sentidos:
- Adopten el riesgo: no lo digo porque el riesgo sea bueno, sino porque el estímulo que resulta de resolver un problema es sumamente valioso.
- La innovación debe asumirse de tal forma que desafíe su actual modelo de negocios: las nuevas tecnologías pueden cambiar radicalmente los modelos de negocio y hay que estar abiertos a esa posibilidad. Es necesario abrir los espacios para ir explorando la innovación en formas que incluso afecten su propio negocio. De no hacerlo, y si la tecnología de todas formas va a cambiar su negocio, acabará siendo usted la víctima.
¿Qué le recomendarías a las organizaciones interesadas en innovar? Te invitamos a compartir tus ideas con nosotros por Twitter en @XeroxMexicana o déjanos un comentario a continuación.
Nota: Este artículo se publicó originalmente en el blog Simplify Work de Xerox.
